martes, 26 de agosto de 2008

Verborragia

Doy vueltas y más vueltas procurando dar con las palabras adecuadas. Cierro los ojos y me dejo llevar hacia ese rincón que sólo yo conozco. Te dejé algunas señales, dispersas. Algunas sutiles, otras no tanto. Aguardo. Siempre aguardo. Me llegan a la memoria algunos aromas. Incienso. Y esa humedad que envuelven las sombras de aquellas iglesias. El eco de mis zapatos sobre el frío piso de mármol. Los bancos astillados y los reclinatorios gastados por tantos ruegos. Como siempre, cada vez que me arrodillo lloro, aún si quererlo. Y allí estás, ofreciéndome un pañuelo y tu consuelo certero.
A veces pienso en vos. Aunque no encuentre las palabras. Si, a veces pienso en vos.

jueves, 21 de agosto de 2008

El perro emplumado


-Mami, ¿Tenés perejil?
-No, Guada.
-¿Podés comprar perejil?
-¿Para qué?
-Para cuando a Matute le crezcan las plumas.
¿Eh? Si Matute es un perro, no tiene plumas.
-Por eso mami, cuando le crezcan, se come el perejil y se le vuelven para adentro.
-¿Quién te dijo eso?
-Lo escuché en la tele.

Esta nena debe estar mirando Utilísima...
Posted by Picasa

martes, 19 de agosto de 2008

Pina Batata

Feliz cumpleañitos a mi Sirenita Ariel. Aunque estemos lejos, hoy la madrina te va a cantar fuerte fuerte.
Te queremos mucho.


lunes, 18 de agosto de 2008

Abu

Entre la fiebre de tus nietos, la resaca de una noche de empanadas y amigos que terminó a las 5 de la mañana, ayer no podía con mi alma. Por eso el atraso. Pero te recordé todo el día. Y los nenes te cantaron el feliz cumpleaños hasta en inglés. Guada no entiende bien el tema de la distancia, y quería que la lleve a tu casa a comer la torta.
-¿Y cómo hago mami para cantarle el feliz cumpleaños a la abu?
-Y por teléfono Guada.
Y su sonrisa me reconfortó.
Cómo te extraño vieja, cuánto me gustaría tenerte cerca.

jueves, 7 de agosto de 2008

Dancing queen

El tenía nombre de origen celta, cuando todavía los nombres sonaban bien en español. De una piel casi transparente, ojos azules y cabello negro. Tocaba el saxo deliciosamente. Era popular en su ámbito y ella no pudo dejar de notarlo. Cada fin de semana, ella hacía su entrada triunfal vestida con sus mejores ropas mientras nosotros , todos los que estábamos allí dentro, la mirábamos tomar su lugar en la parte central de las gradas. Las luces se encendían y la música comenzaba a sonar. Ella se quitaba su abrigo y nos mostraba cómo se bailaba en el lugar desde donde venía. Acosada por todas las miradas, intentábamos imitar sus pasos. Y la pista se transformaba en ella. Pero él no bailaba. Sólo la miraba desde la barra. El lugar era enorme y cada tanto, ella lo recorría mientras fumaba un cigarrillo. Algunos la seguían y cierta vez, fui hasta el baño para verla de cerca mientras ella se arreglaba el cabello frente a un espejo roto. Al volver, mientras cruzaba la pista de los lentos, él la tomó de la cintura y sin dejarla decidir, la envolvió con su brazo derecho al son de unos acordes de Phil Collins. Se fundieron en una danza discreta, ante los ojos de todos. Ella se dejó seducir por su acento, mientras las manos de él reconocían su espalda y su boca se perdía en su cuello. Se fueron juntos un rato más tarde. Y una semana después cuando ella volvió, supimos que él había viajado a otro país por una beca estudiantil. Y allí estaba ella, sola nuevamente, de pie frente a la multitud que la imitaba.

lunes, 4 de agosto de 2008

Irrefutable

Tres semanas de receso escolar durante el invierno atenta contra la salud mental de las madres.