Doy vueltas y más vueltas procurando dar con las palabras adecuadas. Cierro los ojos y me dejo llevar hacia ese rincón que sólo yo conozco. Te dejé algunas señales, dispersas. Algunas sutiles, otras no tanto. Aguardo. Siempre aguardo. Me llegan a la memoria algunos aromas. Incienso. Y esa humedad que envuelven las sombras de aquellas iglesias. El eco de mis zapatos sobre el frío piso de mármol. Los bancos astillados y los reclinatorios gastados por tantos ruegos. Como siempre, cada vez que me arrodillo lloro, aún si quererlo. Y allí estás, ofreciéndome un pañuelo y tu consuelo certero.
A veces pienso en vos. Aunque no encuentre las palabras. Si, a veces pienso en vos.
2 comentarios:
Hay rincones donde uno es más uno mismo que en otros lugares...
Y a veces ni se da cuenta...
Besotes!
Pues me ha gustado saber esto de tí,me pasa igual!
Que tengas un buen finde!!!!un abrazo.
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