sábado, 4 de abril de 2009

¿Sabés que podés hacer con tu domingo de ramos?

A ver si nos entendemos. ¿Quién carajo se creen que son? Esta mañana aparecieron por BABEL dos señores en representación de la parroquia de nuestro pueblo. Resulta, que como el único olivo que hay en esta ciudad se encuentra en medio del parque del hostel, parece que tenemos que donar sus ramas a la Santa Iglesia para la festividad de este domingo. Todo bien pero, si el pelotudo que viene a llevarse el botín me va a cagar a pedos porque las ramas están demasiado podadas y dificultan su tarea para alcanzarlas (además de tener que prestarle, acomodarle y sacarle la escalera) diciéndome que así no se hace, que así él no puede, que hay que dejarlo más a mano y no sé cuántas idioteces más, el año próximo, cuando venga a buscar sus ramitas, el olivo no va a existir más porque lo arranco de raíz.
Yo digo, encima que entrás, pedís, reclamás, afanás y criticás, vas a tener el tupé de vender este domingo cada ramita a 5 mangos. Sos un hijo de puta.

lunes, 2 de marzo de 2009

BABEL

No voy a volver a subir fotos ya que las han visto antes. Simplemente los espero acá. A ustedes, a todos. Saben, que cebo ricos mates y que hago unas empanadas pa chuparse los dedos.


www.babelhostel.com.ar

lunes, 23 de febrero de 2009

Ceguera

Tuviste la feliz idea de volver a hablar de ella. Hacía días ya que venías nombrándola. Contaste, entre amigos, algunas anécdotas de viejas épocas. Yo sonreía pretendiendo que nadie notara mi incomodidad. A veces quiero superar algunas cuestiones, pero me es imposible. Hubo un tiempo en el que solía revisarte los bolsillos y tu casilla de correo. Hace mucho que dejé de hacerlo. Decidí concederte el beneficio de la duda.
Hasta ayer, que la certeza se presentó ante mí recobrando viejos fantasmas. Ella tocó a la puerta del hostel y yo abrí incrédula. No esperaba verme, supuso que yo no la reconocería luego de tantos años. Me preguntó nerviosa por la altura de una calle, si estaba cerca o no. Le contesté que no tenía idea, mientras ella, cabizbaja, se alejaba hacia la esquina. Llevaba a un nene de la mano. De unos siete años. De unos ojos tan verdes como los tuyos.

miércoles, 18 de febrero de 2009

Misceláneas

Hace una semana mi hija terminó una toma de antibióticos que le llevó diez días, mucho capricho y llanto cada ocho horas.
Ayer, nuevamente, comenzó con otra toma por otro problema.
Esta tarde, cuando vuelvo de trabajar, le sirvo sus 8 ml. de jarabe y se lo acerco junto con un vaso de jugo.
Me mira con cara de odio y me dice: -Mamá, ¿No te das cuenta de que me estás arruinando la vida?
Por suerte, hoy empecé con la nueva psicóloga...

viernes, 30 de enero de 2009

Ya casi, ya casi

En breve, abriremos las puertas. Aunque aún no tiene nombre, es el reflejo de mi personalidad.
Éste, es el hostel. Y bienvenido sea el que quiera venir.
Pasen y vean...









sábado, 17 de enero de 2009

Mal hablada

Como diría mi amiga Claracristina, ésto me pasa por putear tanto. Ayer me lavaron la boca con lavandina. Eso mismo con lo que tantas veces se amenaza a los niños para que no digan malas palabras me sucedió. Después de dos días de insoportable agonía por culpa de un dolor de muelas que no me dejó vivir, mi dentista me dijo: Ahhh....pero mirá la infección que tenés....
Y claro pelotudo, cómo no voy a tener infección si hace un mes que tu colega me está haciendo un tratamiento de conducto y en vez de dejar la muela destapada me pone pasta hasta en el culo.
Yo dije el primer día que me atendió, que ese infeliz de endodoncia no sabía un carajo. Y acá están las pruebas. Ya me vio cuatro veces, sigue probando con las limas y matándome con la anestesia para decirme que tengo los conductos calcificados y que no puede bajar más. Y como si fuera poco, en la última visita descubrió que la muela tiene cuatro conductos en vez de tres. Y qué hizo con semejante descubrimiento? Nada. Como no podía ser de otra manera, con tanto toqueteo, el cuarto nervio se fue al carajo más la tapadita, colonia de bichos chochos de joderme la vida.
Y vuelvo a mi dentista para que trate de defender lo indefendible, obvio, qué iba a hacer si el otro idiota es su socio...No te preocupes que yo te saco el dolor.
Claro, para limpiar semejante chiquero fue necesario aplicar dos jeringas tamaño jirafa de algo que me advirtió "tiene mal gusto". Bueno...qué puede ser peor que este dolor???? Cuando me enjuagué le dije que tenía gusto a lavandina y contestó y si...es hipoclorito....no me puedo arriesgar, es lo único que te va a limpiar bien.
Hijo de puuuuta....me quemó toda la boca, tengo todo el interior de la boca, lengua incluida, hinchado y quemado como si me hubiese chupado la lavandina del pico. Pero bueno, por lo menos ahora no me duele la muela.

martes, 30 de diciembre de 2008

Nefasto

Qué año de mierda...si no fuera por dos pequeñas cositas que me mantuvieron medianamente estabilizada, ya estaría internada en algún lado.
Odio los años pares.
Quiero pasar año nuevo en la casa de mi mamá, como siempre.
Quiero cocinar y cocinar hasta el hartazgo, para que sólo se hable sobre qué rico estaba todo.
Quiero abrazar y dar un beso a todos a las 12, cosa que acá parece que no sucede.
Quiero recibir infinidad de llamados, o hacerlos.
Quiero ver fuegos artificiales.
Quiero turrón de coco y pan dulce.
Quiero pollera nueva para mi hija y sandalitas, quiero que esté de punta en blanco mañana por la noche. Quiero estrenar un vestido. Pero no tengo un mango para comprar nada.
Qué año de mierda...y qué ganas de salir corriendo...
Venía rápido, muy rápido y se le soltó un patín...

martes, 16 de diciembre de 2008

Cambio chico

Pidió un taxi por teléfono. Comprendí que todo culminaba en aquella cena. Procuré no parecer incómoda a pesar de su cara de aburrido. Me ofreció café, pero me pareció mejor no aceptar. Me puse de pie y caminé hacia su biblioteca atestada de libros y fotos familiares. Intenté adivinar quién sería cada uno según los parecidos y lo poco que sabía de él. Hice algún comentario tonto y respondió sólo asintiendo con la cabeza. Fui al baño, me acomodé el escote y mordí fuerte mis labios para que se tornaran más rojos. El timbre sonó mientras guardaba los cigarrillos en mi bolso. Tomó una campera y bajamos. La puerta de entrada permanecía con llave todo el día. Se acercó al taxi, abrió la puerta y me invitó a subir. Mientras me sentaba extendió su mano dándome un billete de veinte pesos. Para el taxi, dijo. Quise comerlo crudo pero simplemente le dije que no hacía falta, que yo tenía dinero para eso. Levantó su brazo como saludando cuando el auto arrancó. En la esquina siguiente le pedí al chofer que parara. Le pagué la bajada de bandera y me fui caminando hasta la parada del 53.

miércoles, 10 de diciembre de 2008

Un lustro

Mi nena hermosa cumplió cinco añitos. Un cumple triste, porque faltó mucha gente. Más de la que esperábamos. Aunque fuimos pocos, la vi feliz. Y eso me alcanza.

Soplando las velitas con Iña, Max y Manu
Esa destreza no la heredó de mí, eh...

Piñata sin ruido, por fin

Vos sos feliz, mamá es feliz




sábado, 29 de noviembre de 2008

Para quienes juegan conmigo


Quisiera tener todo el tiempo en mis manos esta noche y la memoria fresca, para que nada quede en el tintero.

Quisiera haber dicho todo para no tener que, aún hoy, arrepentirme de algunos silencios.

Quisiera haber sido más fácil, y aliviar tu carga.

Quisiera haber cumplido tus expectativas, y aún así, sorprenderte.

Quisiera haber estado cerca tuyo por si querías hablar en vez de tener que ir a buscarte aquella tarde en que egresabas.

Quisiera tener la vocación que vos tenés. Pero medio siglo de diferencia es una vida.

Quisiera pegarte una cachetada y hacerte reaccionar. Y que entiendas, de una vez por todas, que no quiero que me defraudes. Ni que te pierdas.

Quisiera que realmente sepas lo que me reconforta tu perdón. Que aquella noche en la que te abracé en la calle no lloré por quien se iba, sino por quien volvía. Y que te extraño.

Quisiera tocar tus manos suaves. Y limarte las uñas una vez más. E insistirte con que me prepares fideos rellenos.

Quisiera que no hayas tenido que pasar por tanto dolor. Quisiera continuar toda mi vida admirándote por tanta entereza.

Quisiera que no hayas tenido que dudar nunca, aunque me hayas vuelto a elegir.

Quisiera borrar tus fantasmas y encontrarte un príncipe azul. Y que ya no estés sola.

Quisiera tener el valor suficiente para enfrentarte y decirte cuánto te necesito.

Quisiera reconfortarte y alentarte. Devolverte algo. Y no tengo nada para darte.

Quisiera acompañarlos en su lucha y su dolor, que también fue mío. Pero su silencio no me deja.

Quisiera haber encontrado antes la soltura para escribirte. Y que te dejes conocer, y conocerte.

Quisiera que encuentres el rumbo, y que no te equivoques. Aunque todavía sos joven...

Quisiera que no me subestimaras. Ni a él.

Quisiera perdonar tu locura. Pero el dolor es muy grande.

Quisiera empezar de nuevo. Y hacer las cosas de otra manera para que hoy estés bien. Borrar tus dolores y rescatar tus ojazos y tu sonrisa eterna de las fotos que a veces miro para no olvidarla.

Quisiera no haberte alejado de los que tanto extrañás.

Quisiera que conserves ese humor por siempre. Y que me acaricies la cara y te duermas de mi mano como cada noche.

Quisiera verlos crecer hasta el último día de mi vida.

lunes, 24 de noviembre de 2008

Pueblo chico...

Mis hijos están saliendo de una peste, para variar. Por ende, hoy no fueron al jardín. Como no tuvieron fiebre y yo necesitaba algunas cositas, nos fuimos hace un rato al super. Ibamos los tres en el auto cantando, bastante despacio por la avenida principal. Y allí veo estacionado el auto 0 km. de mi amiga Silvia. Imposible confundirlo ya que está recién chocado y con un hermoso cartón rosa reemplazando el vidrio trasero. Y allí estaba ella, subiendo al auto así que Pi Pi, bocinita de saludo y mano por la ventanilla para saludarla. Sigo un par de cuadras y llegamos al super. Cuando nos estamos bajando del auto, veo que llega en bici la mamá de Male, una compañerita de Guada. Hola, hola cómo andas? Todo bien.... Estoy todavía afuera buscando un changuito con sillita para poder sentar a Iña y escucho Hola Guada. ¿Y ahora quién es? Y se acerca a saludarnos efusivamente la mamá de Juan, otro compañero de mi nena. Me preguntó absolutamente toooodo sobre las anginas, y me contó sobre toooodas las veces que Juan se enfermó, sobre su viaje a Buenos Aires, habló un poco sobre las maestras y cuando empezó a correr un vientito finalmente entramos juntas con sendos changos. Ni bien entramos, otra mamá, en este caso la de Santi, adentro charlando con la que había llegado en bici. Ah bueeeeno, poné los fideos que estamos todos.
Todo bien, pero ¿hay necesidad de encontrarse con todo el mundo, todo el tiempo?
Como para andar de trampa....

sábado, 22 de noviembre de 2008

Divismo

Ella que es un sol, una buena amiga, una mejor anfitriona, consejera inigualable, angelito de la guarda y Diva por sobre todas las cosas, me ha hornado con este regalo.
Gracias Su por tenerme presente y por tu dedicatoria.
Anfitrite porque en "El juego de la Vida", siempre encuentro el contacto con la madre ... para mi es una Mujer que se juega con todo su ser por su familia, y lo comparte con todos los que podemos sentirla, Nerina sos una gran mujer que merece ser premiada por ser simplemente Vos

domingo, 16 de noviembre de 2008

Primer año

Hoy, 16 de noviembre, hace un año que llegamos a esta ciudad. Solos, los cuatro, con un montón de sueños y expectativas.
Para los grandes ha sido muy duro dejar atrás treinta y cinco años de vida para comenzar de cero. Para los chiquitos fue maravilloso.
En este año hemos conocido mucho, hemos llorado otro tanto y aprendido a no desesperarnos. Hemos vuelto a apostar por esta familia y hemos encontrado unos amigos de fierro.
En la soledad, la buena gente se conoce, se comprende y se acompaña.
Así nos fuimos yendo de a poquito hace un año. Desde Banfield a San Martín de los Andes.


Toda nuestra historia en cajas esperando el camión
El cuarto de Guada
La última cena. Asado y vinito en mobiliario improvisado
En viaje
Contentos
Saliendo a la ruta
Manuelita vivía en Pehuajó
Las rutas de La Pampa
Nos acercamos a destino
Primer almuerzo en casa nueva


sábado, 15 de noviembre de 2008

Tía, felíz cumple!!!!

Te queremos y extrañamos mucho!!!!








miércoles, 12 de noviembre de 2008

Gimme a break


Estoy nerviosa. Y necesito tiempo para pensar, organizarme, planificar y decidir.
Se viene la hecatombe. Y soy una loca del orto.
Fuck!

jueves, 30 de octubre de 2008

La Gata Varela




Hay letras que me erizan la piel. Esta es una de ellas. Y la voz de Adriana...en fin...

jueves, 23 de octubre de 2008

John Steed y Emma Peel

Estoy sumamente apenada. Ya hace un año que no formo parte de tu equipo, pero todavía no pude despegarlos de mis entrañas. Quizás, al no tener la incertidumbre de la entrada económica, me duelen otras pérdidas. No puedo dejar de preocuparme por todos los que quiero, que no son muchos, como sabrás. Aún así, lo lamento en el alma por todos.
Hoy pensaba en todas las cosas que alguna vez me dijiste. En lo contento que estabas con esta gestión, en todo lo que en tan poco tiempo, después de luchar durante años pudiste hacer por la gente del interior. En las recategorizaciones. En lo mucho que te había costado armar tu equipo.
Sé lo que laburaste para que te dieran la jefatura. Sé de tu esfuerzo, de tus ganas, de tus esperanzas y tus hastíos. Sé de lo mucho que te lo merecías y de lo poco que parece que durará.
Ayer, eras el amargado que atendía el teléfono y me pedía que le mande un mail para pedir los arreglos del sistema. Fuiste el que dejó mi silla vacía las dos veces que me fuí con mi panza de casi nueve meses. Y el que me recibió sonriente, tres meses más tarde. Me enseñaste sobre la paciencia y la perseverancia, sobre lo inútil de la desesperación, sobre códigos y respeto.
Y hoy pienso en todo lo que hiciste por toda la gente que tenés a cargo y recorro tu camino hasta llegar a esa oficina frente al escritorio que supo ser mío. Y te admiro.
Recuerdo el mediodía en el comedor en el que te dije que me venía a vivir al sur. Y tres días más tarde mientras fumábamos un cigarrillo en el balcón me dijiste que te estaba abandonando.
Hace mucho más de un año que dejaste de ser mi jefe. Como te dije alguna vez, perdiste el título una noche de empanadas y tamales muy lejos de casa. Hoy sos mi amigo del alma, quizás por eso, tu pérdida sea también la mía.
Lamento profundamente que te corten las alas. Pero sabés volar. Yo sé que cuando nadie te mire podrás volar alto.

miércoles, 22 de octubre de 2008

Rueditas, pistilos y punto fantasía

Domingo. Frío y lluvia más tarde. Papá y princesa salieron a andar en bici juntos, por primera vez.


Esto señores, es un ramo de flores. Aprendan.


La próxima vez, punto Jersey. Ni muerta andar inventando puntos. Este sweater me costó sangre, sudor y lágrimas. Y he comprendido que odio destejer. Por fin se terminó. Ahora sólo resta prenderlo fuego, porque con tanto trabajo que me dio, lo detesto.


domingo, 19 de octubre de 2008

Feliz día mami

Te extraño, aunque hace poquito que te ví, no me alcanza...




sábado, 18 de octubre de 2008

Rutilante

Cuando el padre de una amiguita de Guada al saludarme me dice: "Qué hacés flaca" es señal de que estamos nuevamente en el ruedo.

martes, 14 de octubre de 2008

¿Circo?

Los espectáculos infantiles son muy poco frecuentes en una ciudad tan chica como ésta. Por eso, cuando surge algo nuevo, la comunidad se alborota de tal manera que es imposible que uno no se entere de quién llegó al pueblo. El domingo fuimos al circo con nuestros amigos y sus nenes Max y Manu. Hacía más de veinte años que no pisaba una carpa. Una presentadora salida del programa de Ante Garmaz, auspiciada por Jean Cartier, que lo único que hacía era cambiar de atuendo cada cinco minutos desplegaba sus habilidades de recorredora de escenario, con una vincha dorada y medio centenar de años encima. El mismo que hacía equilibrio suspendido sobre unas telas, hacía magia y luego se convirtió en payaso. La primera equilibrista era la asistente del mago. Otro de los equilibristas era a su vez el que armaba una pista de madera para que un nene hiciera proezas con una bicicleta. Una preadolescente hacía malabares con los pies, pero comenzó su acto con un aro que se empecinaba en salir volando, así que en un rapto de locura, lo tiró al carajo con una bronca que de haber estado alguien atrás, lo cortaba al medio. Una de las chicas que hacía trapecio, una tal Melisa, era tan fea tan fea que Max preguntaba si eso era hombre o mujer. Porque encima de la carucha de la susodicha, tanto maquillaje y esa malla verde flúo que llevaba, creo que todos dudamos de su género.
La presentadora enfundada en un vestido de lentejuelas negro con un águila bordada en el pecho trataba por todos los medios de esconder con ambas manos el tremendo agujero que tenía en la costura del lado izquierdo del atuendo. Aún así, iba de punta a punta recordando cada diez minutos que la siguiente función comenzaba a las 21 hs. (como si uno tuviese ganas de volver).
La cosa es que en medio de esta decadencia, miro hacia mi derecha, y dos butacas más allá estaba sentado Gustavo Bermúdez. Y se me cayó otro ídolo. Pobre pibe, lo único lindo que conserva es la voz. Está tan hecho mierda que ya podría hacer de mi padre en la próxima telenovela.
Salimos de ese antro casi devastados y lo más lindo es que nos rompieron el orto como si hubiésemos visto el Cirque du Soleil.

sábado, 11 de octubre de 2008

De cómo un día normal se convierte en una noche maravillosa

Me levanté y tomé unos mates como todos los días. Preparé el almuerzo y llevé a los chicos al jardín. Fui al supermercado, volví a casa y guardé todo. Lavé los platos, colgué la ropa y ordené un poco. Salí un rato antes y pasé por la carnicería. Volví al jardín, y como todos los viernes, nos fuimos con mi única amiga local y sus hijos. Ella no tiene el auto martes y viernes porque el marido viaja por trabajo así que esos días yo los llevo de vuelta hasta su casa. En el camino, los chicos me piden venir a jugar a casa. Le pregunté a Silvia si quería venir a tomar unos mates o si prefería que la lleve y me volvía con los chicos. Vamos todos a casa. Los nenes toman la leche y salen a jugar afuera. Nosotras nos bajamos dos termos de mate. Llegó Néstor y calenté otra pava. Los chicos quisieron comer acá, así que les preparé unos capelletinis. Mientras tanto, corté hinojo y unos tomates para hacer una ensalada. Y cuando Silvia le avisó a su marido que se quedaban acá, él dijo que se volvía de Junín y pasaba por la heladería antes de venir. Comieron los nenes y cuando llegó Horacio puse unos bifes de chorizo en la plancha y comimos los cuatro con unas botellitas de tinto patagónico mientras pensábamos a qué lugar del caribe con servicio "all inclusive" íbamos a ir dentro de cinco años. Y estuve tan cómoda, comiendo un simple bife con ensalada, entre amigos nuevos tan parecidos a nosotros, tan sencillos, tan macanudos, tan simples.
Y lo mejor de todo es que por fin, después de tanto tiempo, veo a Néstor sonreír durante horas.

miércoles, 1 de octubre de 2008

Almost lost

Así me siento cuando salgo a la calle. No hace tanto que me fui, ésta ciudad sigue siendo la misma y yo la encuentro tan distinta. Me cuesta creer la cantidad de autos que veo pasar, me ensordece el ruido y me asquea la mugre. Porque no es sólo la basura que hay tirada en el piso, sino la suciedad que se ve en todas partes. La falta de verde y los cielos celestes puros. De noche no veo las estrellas. No escucho teros ni bandurrias, sólo bocinas y gritos. Tomo un taxi y trabo las puertas y cuando camino por la calle llevo a mi hija agarrada bien fuerte, por temor a que me la arrebaten. Desconfío de todos y nadie me llama por mi nombre. Pregunto las cosas temerosa. He dejado de ser la mujer insolente que se llevaba el mundo por delante. Veo gente durmiendo en las calles y mendigando monedas en las ventanillas de los subtes. Noto la velocidad con que la gente se mueve, se traslada, habla, come y tipea.
Me siento atrapada en una agenda corta para tantos que parecen quererme. Quiero cumplir con todos y estoy exhausta. Quisiera mostrarles a mis hijos cosas que nunca verán por allá, pero no tengo cuándo. Quiero extender muchos momentos para disfrutarlos sin pensar en horarios. Quiero pasar horas hablando con mis amigas, entre mates y vinos como lo hicimos hasta ahora.
Quisiera quedarme un tiempo más.
Pero me he dado cuenta en una semana, que allí es donde debo estar. En mi montaña, en mi casita blanca con mis ventanas hacia la cascada, donde la escalera cruje cada vez que subimos o bajamos. Allí, donde no se escucha otra cosa que el silencio. Allí donde no existen rejas ni persianas, donde el olor a tostadas me despierta cada mañana. En la ciudad donde crecen las rosas en las veredas, donde no hay papeles en el piso, donde no existen los semáforos y donde todos, absolutamente todos, me llaman Nerina.

viernes, 19 de septiembre de 2008

Gran romance gran



Iña, su compañero de jardín Manu, el hermano Máximo y Guada.

Manu e Iña son inseparables. Donde va uno va el otro. Hablan, ríen, se pelean y se adoran.

A su vez, Iña tiene locura por Max (él lo llama Máchino). No lo deja en paz, ni en su casa, ni en la mía ni en el jardín.

Manu enloquece por Guada. La sigue, la busca, la acompaña. Todo quiere hacerlo con ella.

Máximo muere de amor por Guada. El otro día, mientras los llevaba a todos al jardín en el auto, me preguntó al oído qué juguete le gustaría a ella porque quiere hacerle un regalo. Esta noche, mientras cenábamos, llamó por teléfono y me preguntó si podía hablar con ella. Y esta tarde cuando se despidieron en la puerta del jardín, le partió la boca de un beso.

Y Guada, se caga en todo. Como no podía ser de otra manera.

sábado, 13 de septiembre de 2008

Quiero a mi mamáaaaa!!!!

El jueves amanecimos los tres (madre e hijos) con fiebre. Todo parecía indicar que sería una gripe, para variar. Con los antecedentes de neumonía del chiquito, preferí llevarlos a la pediatra sin dudar. Aparentemente, todo virósico. A esperar. Y como le comenté que tenía previsto viajar en breve a Buenos Aires para tratar un problema de Guada que acá pareciera no poder solucionarse, me dijo que le realizara una radiografía antes de viajar para descartar el último diagnóstico posible. Y quiso también, que le hiciéramos una radiografía al nene para ver los pulmones.
Y allí estaba yo, en un centro médico que excede las comodidades mínimas para la cantidad de gente que asiste, con 38.5° de fiebre, suplicándole a mis hijos que se quedasen quietos, que no gritaran, que no corrieran y que no se tiraran al piso, mientras la cabeza me laburaba a mil pensando en la fatídica malformación genética de la que me había hablado la pediatra media hora antes y que una radiografía confirmaría o no en unos minutos.
Se abre la puerta de Rayos y llaman a Guada. Nos acercamos los tres y me dice la radióloga que no puedo entrar con los dos a la vez. ¿Cómo hago? No puedo dejarlos solos afuera. Son chiquitos, se irían a la calle sin dudarlo, solos o con cualquiera. Insiste, que no puede dejarlos ingresar porque se irradiarían. Pero la puta madre!!!! Estoy sola, cómo querés que haga? Y terminaron ambos encerrados por turnos en el baño mientras el otro se sacaba la radiografía conmigo.
No tenemos necesidad de pasar por ésto. Hay algo que está fallando. Y probablemente sea yo.
Y lo peor de todo es que sigo esperando el diagnóstico porque el radiólogo que informa las placas está de viaje y no vuelve hasta el miércoles.
Estos son los momentos en los que me pregunto qué carajo hice viniéndome acá...

jueves, 11 de septiembre de 2008

¿Qué, cómo? No te escucho...

_Mami, el otro día que hablé por teléfono con la abu, me dijo que no me escuchaba porque yo estaba afónica.
-Claro, hablabas muy despacito.
-Ma, ¿Cómo se hace para subir el volumen del cuerpo?

lunes, 8 de septiembre de 2008

Iñaki jugando al Veo Veo


Juegan, Iña y su papá. Empieza el pequeño.

-Veo veo

-¿Qué ves?

-Ua cosha

-¿Qué cosa?

-Aaaaaishosha

¿De qué color?

-Coló, coló......

Mira hacia todos lados y concluye

-A paré

viernes, 5 de septiembre de 2008

Diez años

Porque hace diez años que decidiste permanecer a mi lado.
Porque comenzamos a soñar con el lugar en el que estamos.
Porque me diste a mi princesa.
Porque aún así, te superaste.
Porque tengo la familia que quiero.
Porque no me equivoqué.
Porque vuelvo a elegirte cada día de mi vida.

jueves, 4 de septiembre de 2008

Festejo. Pe pe pe pe pe pe?

Este viernes cumplo 10 años de casada. Y después de mucho pensar cómo festejarlo, hemos decidido ir a ¿cenar? al pelotero del pueblo. De esta manera, mientras los chicos juegan podremos comer un pancho y una coca.
¡Qué bueno está ésto de estar lejos de la familia eh, qué bueno!

martes, 26 de agosto de 2008

Verborragia

Doy vueltas y más vueltas procurando dar con las palabras adecuadas. Cierro los ojos y me dejo llevar hacia ese rincón que sólo yo conozco. Te dejé algunas señales, dispersas. Algunas sutiles, otras no tanto. Aguardo. Siempre aguardo. Me llegan a la memoria algunos aromas. Incienso. Y esa humedad que envuelven las sombras de aquellas iglesias. El eco de mis zapatos sobre el frío piso de mármol. Los bancos astillados y los reclinatorios gastados por tantos ruegos. Como siempre, cada vez que me arrodillo lloro, aún si quererlo. Y allí estás, ofreciéndome un pañuelo y tu consuelo certero.
A veces pienso en vos. Aunque no encuentre las palabras. Si, a veces pienso en vos.

jueves, 21 de agosto de 2008

El perro emplumado


-Mami, ¿Tenés perejil?
-No, Guada.
-¿Podés comprar perejil?
-¿Para qué?
-Para cuando a Matute le crezcan las plumas.
¿Eh? Si Matute es un perro, no tiene plumas.
-Por eso mami, cuando le crezcan, se come el perejil y se le vuelven para adentro.
-¿Quién te dijo eso?
-Lo escuché en la tele.

Esta nena debe estar mirando Utilísima...
Posted by Picasa

martes, 19 de agosto de 2008

Pina Batata

Feliz cumpleañitos a mi Sirenita Ariel. Aunque estemos lejos, hoy la madrina te va a cantar fuerte fuerte.
Te queremos mucho.


lunes, 18 de agosto de 2008

Abu

Entre la fiebre de tus nietos, la resaca de una noche de empanadas y amigos que terminó a las 5 de la mañana, ayer no podía con mi alma. Por eso el atraso. Pero te recordé todo el día. Y los nenes te cantaron el feliz cumpleaños hasta en inglés. Guada no entiende bien el tema de la distancia, y quería que la lleve a tu casa a comer la torta.
-¿Y cómo hago mami para cantarle el feliz cumpleaños a la abu?
-Y por teléfono Guada.
Y su sonrisa me reconfortó.
Cómo te extraño vieja, cuánto me gustaría tenerte cerca.

jueves, 7 de agosto de 2008

Dancing queen

El tenía nombre de origen celta, cuando todavía los nombres sonaban bien en español. De una piel casi transparente, ojos azules y cabello negro. Tocaba el saxo deliciosamente. Era popular en su ámbito y ella no pudo dejar de notarlo. Cada fin de semana, ella hacía su entrada triunfal vestida con sus mejores ropas mientras nosotros , todos los que estábamos allí dentro, la mirábamos tomar su lugar en la parte central de las gradas. Las luces se encendían y la música comenzaba a sonar. Ella se quitaba su abrigo y nos mostraba cómo se bailaba en el lugar desde donde venía. Acosada por todas las miradas, intentábamos imitar sus pasos. Y la pista se transformaba en ella. Pero él no bailaba. Sólo la miraba desde la barra. El lugar era enorme y cada tanto, ella lo recorría mientras fumaba un cigarrillo. Algunos la seguían y cierta vez, fui hasta el baño para verla de cerca mientras ella se arreglaba el cabello frente a un espejo roto. Al volver, mientras cruzaba la pista de los lentos, él la tomó de la cintura y sin dejarla decidir, la envolvió con su brazo derecho al son de unos acordes de Phil Collins. Se fundieron en una danza discreta, ante los ojos de todos. Ella se dejó seducir por su acento, mientras las manos de él reconocían su espalda y su boca se perdía en su cuello. Se fueron juntos un rato más tarde. Y una semana después cuando ella volvió, supimos que él había viajado a otro país por una beca estudiantil. Y allí estaba ella, sola nuevamente, de pie frente a la multitud que la imitaba.

lunes, 4 de agosto de 2008

Irrefutable

Tres semanas de receso escolar durante el invierno atenta contra la salud mental de las madres.

viernes, 25 de julio de 2008

Clasificados


Esta es la revista local de avisos clasificados. Cada tanto la miro, se pueden encontrar cosas interesantes.

Vi este aviso. Al principio dije "no podés". Pero después pensé que quizás alguien tiene hambre y ya no sabe más qué hacer.

lunes, 21 de julio de 2008

Superpoderes

-Mami, ¿Cómo se llaman tus abuelos?
-La lela Mila y el lelo Toto. Ellos son mis abuelos.
-¿Y los otros?
-No tengo otros abuelos. Se murieron hace mucho.
-Y, ¿por qué se murieron?
-De viejitos, Guada.
-Ah. ¿Y dónde están ahora?
Uh...se complicó....Silencio, mientras el padre y yo pensábamos qué decir.
-En el cielo. Con Jesús.
-Ah. ¿Pero cómo llegaron hasta el cielo?
Ay, caraaaajo
-Y con Jesús Guada, se los llevó Jesús.
-Si mamá, pero ¿cómo llegaron allá arriba?
Uy dio, hasta cuándo va a seguir preguntando....
-Y Guada. Cuando uno se muere, viene Jesús a buscarte y te lleva de la mano. Es como un superhéroe, y vuela como Peter Pan. Viste que Peter Pan la lleva a volar a Wendy de la mano? Bueno, Jesús hace lo mismo.
Si, es cierto. La Santa Iglesia habrá de excomulgarme luego de esta explicación. Si no les gusta, que pongan algún tipo de actividad en la parroquia para los pibes de cuatro años que hacen preguntas. El cura me dijo..."No señoooora, no hay nada para los niños de esa edad"....Qué amoroooso el Señor Cura.
Ahora tendré que averiguar el nombre de las chicas superpoderosas para cuando me pregunte sobre la "mamá de Jesús"...
Por Dios!!!!

domingo, 20 de julio de 2008

QUE TRISTEZA!!!!

¿Cómo se hace para pasar el día del amigo a 1.600 km. de distancia de todos ellos?
No hay mail, teléfono o chat que alcance.
Qué difícil se hace esta soledad.
Hoy más que nunca.

Feliz día, a aquellos que leen y a los que no.
Los adoro.

viernes, 18 de julio de 2008

Misceláneas

Me daba chicles de ginseng para que comiera.

lunes, 7 de julio de 2008

Letra chica

Entraste a la librería empapado. Fiel a las costumbres de la gente por estos lugares de no usar paraguas. Abriste tu campera como si estuvieses sofocado. Yo estaba agachada, revisando el último estante de unas ediciones viejas. Quizás, desde donde yo estaba, parecías más alto. Me incorporé despacio. Te perdí detrás de un mostrador y unos turistas que parecían hablar en portugués. Me acerqué tratando de disimular mi búsqueda. Y allí estabas, con tu cabello mojado y tus manos húmedas. Tu cabeza giró respondiendo a mis ojos y clavaste los tuyos en mí. Mientras yo pensaba qué decir, un niñito entró corriendo y gritó -Papi.- Corrió a tus brazos para dejarme tiesa, y a punto de cometer un error. Volví a mi estante y desde allí los vi alejarse. Con tus manos todavía húmedas le ponías suavemente su capucha.