lunes, 23 de febrero de 2009

Ceguera

Tuviste la feliz idea de volver a hablar de ella. Hacía días ya que venías nombrándola. Contaste, entre amigos, algunas anécdotas de viejas épocas. Yo sonreía pretendiendo que nadie notara mi incomodidad. A veces quiero superar algunas cuestiones, pero me es imposible. Hubo un tiempo en el que solía revisarte los bolsillos y tu casilla de correo. Hace mucho que dejé de hacerlo. Decidí concederte el beneficio de la duda.
Hasta ayer, que la certeza se presentó ante mí recobrando viejos fantasmas. Ella tocó a la puerta del hostel y yo abrí incrédula. No esperaba verme, supuso que yo no la reconocería luego de tantos años. Me preguntó nerviosa por la altura de una calle, si estaba cerca o no. Le contesté que no tenía idea, mientras ella, cabizbaja, se alejaba hacia la esquina. Llevaba a un nene de la mano. De unos siete años. De unos ojos tan verdes como los tuyos.

miércoles, 18 de febrero de 2009

Misceláneas

Hace una semana mi hija terminó una toma de antibióticos que le llevó diez días, mucho capricho y llanto cada ocho horas.
Ayer, nuevamente, comenzó con otra toma por otro problema.
Esta tarde, cuando vuelvo de trabajar, le sirvo sus 8 ml. de jarabe y se lo acerco junto con un vaso de jugo.
Me mira con cara de odio y me dice: -Mamá, ¿No te das cuenta de que me estás arruinando la vida?
Por suerte, hoy empecé con la nueva psicóloga...