domingo, 2 de diciembre de 2007

La noruega en su uniforme de enfermera

No se supo nunca si era enfermera o decía serlo. La cosa es que se la conocía como la enfermera noruega. Tengo que preguntar cómo se llamaba porque creo que él nunca me lo dijo. Parece que en ese entonces noviaba con alguien que se hacía llamar Paco de Gijón, o algo parecido. No se cuáles eran sus habilidades o sus encantos, pero por lo que dicen, no creo que haya sido muy buena para alcanzar la chata. La cosa es que cierta noche, no recuerdo si madrileña, se juntaron los cuatro para ahogarse entre cerveza, puchos y amores. Parece que, luego de jurarse amistad eterna, amanecieron entre sábanas enredadas el pibe de San Miguel y la bailarina centroamericana. De los europeos mucho no se supo, habían dejado la pensión al alba. Hace unos días alguien me dijo que van a pasar un tiempo en Buenos Aires. Y creo que él ya sabe dónde llevarlos.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo sabía que tu imaginación era capaz de embellecer mi recuerdo!

Anfitrite dijo...

Me alegro!!! Quiero las crónicas de México también eh...tenelo en cuenta

Anónimo dijo...

Por supu!