sábado, 29 de diciembre de 2007

La hija del dotorrrrrrr


A las ocho de la noche (que por estos lugares todavía es pleno día) estacionó frente a casa una camioneta de la que bajó un muchachito de la edad de mi marido y me preguntó si yo era la nuera de Raúl. Acto seguido me dijo que había hablado con Nes para llevar a Guada a jugar a su casa con su nena. Yo pensé, éstas cosas pueden pasar acá nomás...en Buenos Aires no te la doy ni muerrrta. La cosa es que a Guada le agarró la vergüenza y no quiso ir, así que le pregunté a Catalina si quería quedarse ella. Y Cata bajó sin problemas. Vivo en la casa de allá, me dijo el padre señalándome del otro lado de la plaza. Las nenas como si fueran amigas de toda la vida, entraban y salían devorando galletitas. Al rato me dijo Cata, quiero ir arriba, a jugar al cuarto de Guada. Menos mal que estaba ordenado!!!! Y se hicieron las nueve y cuarto y yo daba vueltas pensando si debía darles de cenar o no...qué se yo....nunca tuve amiguitos a jugar sin madres...Tenía el celular del padre, pero me parecía que si llamaba para preguntarle era como decirle "vení a buscarla que es la hora de la comida". Ni bien terminé de pensar ésto, llegaron ambos progenitores en su camioneta toda pichichí. Se acercó Bárbara (uuhhhh que nombre tan fashion), que la verdad me resultó macanuda...tengo que hacerme a la idea de que acá nadie es gente de barrio como uno...y le pregunté si la dejaba a cenar. Así que las nuevas amigas comieron las milanesas que tan ricas me salen.

Ah, y antes de irse, me dijo Bárbara que algunas de las mamás del barrio se juntan los días que no hace mucho calor, a tomar mate en la plaza. Y bué...habrá que ir calentando el agua...

viernes, 28 de diciembre de 2007

Los amorosos

Yo se, querido ratón, que no te vas a enojar por apropiarme de tus cosas. Pero cuando llegan a mis manos preciosuras como éstas, no puedo dejar de compartirlas con la gente que como yo, no entiende nada de poesía.
Gracias por embellecer mi vida con palabras mágicas.
Y por las dudas te cuento, que me teñí de bordó. Eso te deja una esperanza.
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Los amorosos callan.
El amor es el silencio más fino,
el más tembloroso, el más insoportable.
Los amorosos buscan,
los amorosos son los que abandonan,
son los que cambian, los que olvidan..
Su corazón les dice que nunca han de encontrar,
no encuentran, buscan.
Los amorosos andan como locos
porque están solos, solos, solos,
entregándose, dándose a cada rato,
llorando porque no salvan al amor.
Les preocupa el amor. Los amorosos
viven al día, no pueden hacer más, no saben.
Siempre se están yendo,
siempre, hacia alguna parte.
Esperan,
no esperan nada, pero esperan.
Saben que nunca han de encontrar.
El amor es la prórroga perpetua,
siempre el paso siguiente, el otro, el otro.
Los amorosos son los insaciables,
los que siempre -¡que bueno!- han de estar solos.
Los amorosos son la hidra del cuento..
Tienen serpientes en lugar de brazos..
Las venas del cuello se les hinchan
también como serpientes para asfixiarlos.
Los amorosos no pueden dormir
porque si se duermen se los comen los gusanos.
En la obscuridad abran los ojos
y les cae en ellos el espanto.
Encuentran alacranes bajo la sábana
y su cama flota como sobre un lago.
Los amorosos son locos, sólo locos,
sin Dios y sin diablo.
Los amorosos salen de sus cuevas
tembloroso, hambrientos,
a cazar fantasmas.
Se ríen de las gentes que lo saben todo,
de las que aman a perpetuidad, verídicamente,
de las que creen en el amor como en una lámpara de
inagotable aceite.
Los amorosos juegan a coger el agua,
a tatuar el humo, a no irse.
Juegan el largo, el triste juego del amor.
Nadie ha de resignarse.
dicen que nadie ha de resignarse.
Los amorosos se avergüenzan de toda conformación.
Vacíos, pero vacíos de una a otra costilla,
la muerte les fermenta detrás de los ojos,
y ellos caminan, lloran hasta la madrugada
en que trenes y gallos se despiden dolorosamente.
Les llega a veces un olor a tierra recién nacida,
a mujeres que duermen con la mano en el sexo,
complacidas,
a arroyos de agua tierna y a cocinas..
Los amorosos se ponen a cantar entre labios
una canción no aprendida.
Y se van llorando,
llorando la hermosa vida.

Mi 25 de diciembre

Mucho calor. Almorzamos con los abuelos. Pasamos por casa, calentamos el agua para el mate y cargamos unas galles. Subimos nuestra montaña y llegamos al lago Lolog.

Aquí, pasamos nuestra primera navidad en el sur.



Y así, nos encontró el atardecer.






Pero qué diviiiiino


Cena de navidad. Familia y algunos amigos. En el restaurante. El chiquito desapareció. Al rato volvió del baño con regalito...

jueves, 27 de diciembre de 2007

Y...algo raro había

Yo quería decirlo. Hacía rato que me daba vueltas en la cabeza. La idea de seguir ocultando determinadas cosas después de tantos años ya no tenía sentido. Y ahora que estoy afuera menos aún. Ya ni recuerdo cuándo ni cómo se lo dije a ella. Hace unos años, en un sótano lleno de humo de cigarrillo se lo dijimos a él. No le llamó la atención que su mujer llamara a mi celular para ubicarlo. Debe haber sido por la cerveza. Y así como yo creo que lo único que no he perdido con el correr de los años es la capacidad de asombro, supongo que el resto tampoco. Y hoy hay caras que ya no puedo ver. Y hay cosas, que debería haber dicho antes de irme y no las dije. Y ya es tarde. Quizás, algún día, tenga la oportunidad de mostrar algunas fotos. Hasta tanto, hay un detallito que sólo dos, además de los involucrados, conocen.

domingo, 23 de diciembre de 2007

Misceláneas

¿Viste cuando un gas te cae simpático?

Feliz cumple amiga mía!!!

No estoy cerca para darte un abrazo. Y hoy fue un día ajetreado. No pudimos hablar mucho.
Éste, es mi humilde homenaje.






Gran acontecimiento gran

Primero, armamos el arbolito. Días después, escribimos la cartita pidiendo príncipes y princesas. Y esta tarde, Papá Noel llegó al pueblo. No lo dejó tranquilo, se le instaló al lado y no se movió. Me preguntó por qué llegó caminando si debía venir volando....



Y así se reunió toda la comunidad infantil. Se cortó la avenida principal, a plena altura central para recibirlo. Con policía provincial y todo...




viernes, 21 de diciembre de 2007

Ella tiene un problemita

No sólo vive rompiendo tacos, sino los zapatos mismos. Y no aprende, invierte aguinaldos enteros en la compra de buen calzado. Recorre zapaterías, busca, revuelve, se prueba, se mira en el espejo, camina, va y viene, hace fuerza con el taco para ver si resiste sus zancadas, y finalmente se decide. Al día siguiente sale con sus zapatos nuevos para comenzar a destruirlos. Tiene abono en el zapatero, una cuponera como la de Blockbuster. Pero ella, mejor que nadie sabe enmendar estas cosas. A las pruebas me remito.


Ah, el invierno... y esa combinación de colores que sólo ella sabe hacer....
Menos mal que tiene otros atributos, y lo que menos le miran son las medias....




jueves, 20 de diciembre de 2007

A llorar a la iglesia

Estaba yo hace muchos años en el Piana reincidiendo en el taller, inmersa en un grupo de gente rara como suele verse en estos lugares. Entre ellos, había un matrimonio que llamaba mi atención. De unos 45 años ella, de él no recuerdo ni siquiera la cara. Ella era la mezcla perfecta de dos compañeras de trabajo que tuve. El aspecto físico de Yolanda y la forma de vestir y comportarse de Elba. Y se ve que las dos tenían alguna conexión de algún tipo porque terminaron, en distintos momentos, encamadas con el mismo médico. La cosa es que en medio de un debate sobre vaya a saber qué, la mujer rara del taller dijo que su marido y ella formaban parte de un "grupo de lloradores". No sé la cara que habrán puesto los demás, pero puedo imaginar perfectamente la mía. Me sorprendí al notar la diferencia que hizo al no decir "llorones", que es lo que en el fondo, todos los que estábamos sentados en esa mesa pensábamos. Y explicó sobre los beneficios del llorar, de lo bien que le hace al cuerpo y al alma, de sus cualidades terapéuticas, del desahogo, la liberación de angustias y no se qué otras yerbas. Una vez que terminó de explicar las bondades de su extraña terapia, se puso de pie y dijo: -"Y si ahora me disculpan, me voy un ratito afuera a llorar". Abrió la puerta y salió. Ésa, fue la última noche que asistí al taller.

martes, 18 de diciembre de 2007

Y tuvo su fiesta

Tanto temí que no tuviese amiguitos con quienes festejar...Pero la providencia quiso que surgieran chicos de todos lados. Y tuvo su pelotero, su torta, su piñata y sus regalos. Ella, cumplió los cuatro en San Martín de los Andes.



Te cambio la guardería por el lago



domingo, 2 de diciembre de 2007

La noruega en su uniforme de enfermera

No se supo nunca si era enfermera o decía serlo. La cosa es que se la conocía como la enfermera noruega. Tengo que preguntar cómo se llamaba porque creo que él nunca me lo dijo. Parece que en ese entonces noviaba con alguien que se hacía llamar Paco de Gijón, o algo parecido. No se cuáles eran sus habilidades o sus encantos, pero por lo que dicen, no creo que haya sido muy buena para alcanzar la chata. La cosa es que cierta noche, no recuerdo si madrileña, se juntaron los cuatro para ahogarse entre cerveza, puchos y amores. Parece que, luego de jurarse amistad eterna, amanecieron entre sábanas enredadas el pibe de San Miguel y la bailarina centroamericana. De los europeos mucho no se supo, habían dejado la pensión al alba. Hace unos días alguien me dijo que van a pasar un tiempo en Buenos Aires. Y creo que él ya sabe dónde llevarlos.