sábado, 15 de marzo de 2008

El ratón ha de estar feliz


En reconocimiento a su esfuerzo de años, a su capacidad, su tenacidad, honestidad y perseverancia, el ratón tiene nueva cueva. Tendrá nuevo sello, otra vista, distinta perspectiva. Abandonará mi querido 421 para encabezar la veintena. Por fin, tendrá su tan ansiada firma. Aquél, que pasó por la ciudad en la que los hombres se convierten en dioses, volvió para convertirse en la cabeza de una jefatura. Es una pena, no estar ahí para compartirlo.

Felicitaciones, querido Hámster.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

podrías volver... a dar una vuelta...

Anfitrite dijo...

No me insistan...