martes, 6 de noviembre de 2007

Tranquilos, que ya me voy

Esta mañana aparecieron unas manchas de sangre en el piso. Parecían nacer en el pasillo que va a los dormitorios para desaparecer en el baño. El gato durmió afuera, por lo que queda descartado. Y para ser huellas del perro eran demasiado chicas. Como óvalos, con un círculo limpio en el medio. Lo raro es dónde comenzaron. No tiene sentido.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Te van a extrañar ellos también.

Anónimo dijo...

Tal vez no quieran que se vayan...

g dijo...

Contante la historia del cuadro que aparecio roto, el que parecia que se trasladaba de los dueños anteriores en banfield??? te acordas...