miércoles, 22 de agosto de 2007

Aplaudo de pie


Se sacó un peso de encima. Una carga dolorosa, una de sus tantas cruces. Lloró, pataleó y lucho incansablemente por su felicidad y la de sus hijas. Le costó entender, ver la falla. Estaba ciega. Pero le hacía falta un sacudón, una cachetada de esas que te dan vuelta la cara y te dejan la mejilla roja. Después supo entender. Ahora, se la ve radiante, segura, encantadora. Ahora se lleva el mundo por delante, lo atropella. Ahora, ella está feliz.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Me alegro muchísimo por ella.
Felicidades!!!!

Anónimo dijo...

Estoy feliz. Es un comienzo! Y aunque muchos no lo entiendan, hasta le doy las gracias a la otra parte... No sería lo que soy, si no hubiera pasado por lo que pasé. Y cuánto que tengo! Anoche, dormimos las tres abrazadas! Hay que pasar por el matrimonio (y dejarlo atrás), para estar como estamos "esas" "las divorciadas": NOSOTRAS! Gracias amiga!!!

Anónimo dijo...

FELICITACIONES!!!!!!! al fin una buena!!!!! es el comienzo de una historia nueva !!!!! y que se venga con todooooo besotes